viernes, 23 de septiembre de 2016

Lipton y su biología de la creencia

Bruce H. Lipton, una de cuyas obras más conocidas es La biología de la creencia, es un controvertido opositor a la tesis darwinista y el reduccionismo genético, y considera que es el medio el auténtico motor de la vida. Algunas de las teorías de este hombre son muy atractivas, e incluso pueden encomiables si de verdad queremos dar un sentido amplio a la libertad: no existe determinismo biológico alguno, sino un condicionamiento por parte del entorno y de nuestras "creencias" (vamos a llamarlo "determinismo cultural"), por lo que los seres humanos poseemos la capacidad de moldear nuestro futuro; el auténtico motor de la evolución es la cooperación y no la competencia entre los organismos más fuertes. En este último aspecto, hay que recordar la obra de PiotrKropotkin, aunque hay que decir que su teoría del "apoyo mutuo", como uno de los principales motores evolutivos en la especie, no se opone necesariamente a la de Darwin, sino que resulta complementaria. Sin embargo, hay otros aspectos que pueden resultar dudosos, ya que Lipton no habla solo de un ambiente físico, sino de los condicionantes de un entorno "energético" (no hace falta recordar que la palabra "energía" es de una polisemia a veces irritante); por otra parte, sostiene que la personalidad y la salud quedan conformados en el vientre de la madre (es la importancia vital de la actitud de los padres, la supuestamente determinante) y en los primeros años de la niñez (hasta los seis años, el sujeto sería altamente sugestionable y totalmente abierto al aprendizaje, así como con una capacidad muy grande para almacenar información).

De manera muy esquemática, vamos a hablar de la tesis científica de Lipton y de cómo se produce este condicionante por parte del entorno. Según este autor, es la membrana de las células (y no el núcleo) el auténtico "cerebro". La información se introduce en la célula gracias a las proteínas receptoras de la membrana, por lo que puede considerarse a aquellas las auténticas responsables de la estructura y de las funciones de los organismos biológicos debido a que las señales medioambientales provocan cambios en sus formas. Por lo tanto, las membranas de las células procesan la información y, si perciben que el ambiente es seguro, la célula funcionará para desarrollarse, y si no lo es, funcionará para sobrevivir. Digamos que la actividad de los genes, aunque importante, está regulada por la presencia o falta de las proteínas reguladoras, las cuales a su vez están controladas por las señales del entorno. Si he conocido las tesis de Lipton es gracias a personas que practican la medicina "alternativa" y es comprensible, ya que debe entenderse que sus teorías aseguran que la evolución de nuestro cuerpo estaría regulada por las percepciones que poseemos de nuestro entorno (no solo el ambiente físico, cultural y social, también los pensamientos y las emociones).

Lipton reivindica a Lamarck como el auténtico descubridor de la evolución, y según ese autor sería la interacción cooperativa e instructiva entre los organismos y el entorno la que permite a los seres vivos sobrevivir y evolucionar en un mundo cambiante y dinámico. Un ser vivo es en realidad una asociación compleja de gran número de células, y la tendencia hacia comunidades cada vez más grandes vendría a ser un imperativo biológico para sobrevivir. En definitiva, cuanto mejor perciba el organismo su entorno, más posibilidades tendrá para sobrevivir. Es la memoria del subconsciente lo más determinante, ya que es donde se almacenan comportamientos, actitudes y creencias; cuando eso ocurre, controlan la biología para el resto de la vida, siempre según Lipton. Hay que decir también que su idea del ser vivo multicelular, Lipton la extrapola a la visión del planeta Tierra como un superorganismo que utiliza la evolución de forma autorreguladora (algo que, cuanto menos, es considerado solo una hipótesis).

Lipton es un autor que se considera científico (dentro de un paradigma, con mucha controversia, como es el evolutivo en biología) que, por un lado, equivocado o no, trata de sustentar sus teorías (las cuales, no dejan tener cierta evidencia, al menos en las consecuencias sobre lo determinante del entorno); por otro, y más escuchándole, parece que nos encontramos con otro charlatán que ofrece la salud (¿el éxito?, ¿la salvación?…) a las personas gracias a una correcta actitud o creencia positiva (llega en algún momento a defender el placebo como demostración de sus teorías, magnificando tal vez sus efectos beneficiosos). Estamos de acuerdo en que el ambiente, lo aportado por la familia y la educación, por la sociedad en su conjunto, es muy condicionante para el individuo; esto se produce de forma negativa en la mayor parte de los casos, dados los grandes problemas que se sufren y la herencia y deriva bastante irracional a las que nos vemos abocados en la mayor parte de las sociedades humanas. También estamos de acuerdo en que tener un propósito en la vida, algo por supuesto marcado por nuestras "creencias", es muy importante para la existencia humana. Sin embargo, la cuestión no se reduce a la simpleza intelectual de "aprender a cambiar de creencias", que parece que es el tema de algunos talleres ya formados. Por supuesto, tenemos creencias heredadas muy irracionales, más otras que nos buscamos nosotros por nuestra cuenta (como pueden ser algunas nuevas técnicas "beneficiosas"), pero hay que recordar lo importante de muchos otros factores que es importante que cambiemos en la sociedad. Lo que se quiere decir es que no todo se reduce a un cambio de conciencia o de mentalidad, no si no tenemos en cuenta los muchos otros factores que han conducido a todos esos problemas y enfermedades: materiales, sociales, sicológicos... Proporcionar soluciones simples y aisladas a las personas (como ha hecho también la religión, soluciones que suelen ser consecuencia de una existencia real desfavorable), aunque se presenten como científicas y racionales, parece cuanto menos digno de una justificada crítica.

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